Bienvenidos a mi humilde casa. Sentáos, no os preocupéis por nada. En unos momentos, mis andróides os traerán algo de comer y de beber. Estoy muy cansado, tras milenios siendo testigo de los hechos más sorprendentes. Aún tenemos tiempo, mientras espero Su llegada. Ahora, si lo deseáis, os propondré un juego que os puede interesar. Mi nombre es Jati, y he sido testigo de TODO.